La calidad de vida es un concepto subjetivo y puede variar según preferencias y necesidades. Pero en zona urbana hay mínimos a mantener en el vecindario so pena de generar conflicto y degradar la zona.
Para favorecer un ambiente agradable, buena convivendia y difundir una buena imagen de Pedro Verde hay que superar los obstáculos que pejudican, como es el caso de las molestias al vecindario causadas por animales domésticos. Este asunto ya lo hemos publicado en otras ocasiones, lamentablemente en lugar de ir a menos va a más.
Entre las obligaciones de los dueños de dichos animales está el evitar, o minorizar, las molestias que los animales puedan causar a los vecinos. Nos resistimos a pensar que los propietarios son conscientes de las molestias que causan sus animales al vecindario, queremos pensar que lo desconocen y por ello insistimos, y seguiremos insistiendo si es necesario.
Tener mascotas
Tener mascotas es compatible con una buena convivencia cuando se pone cuidado en no molestar, lo que también está directamente relacionado con el bienestar del animal. Pero es fuente de problemas cuando se ignora al vecino, e incluso nos molestamos al recibir alguna queja. Por supuesto los animales no tienen culpa, algunos incluso sufren.
Cuando un perro ladra y no hay nada alrededor que lo provoque suele ser porque viven encerrados o en un entorno sin estímulos. A menudo tiene relación con su soledad, aburrimiento, falta de entretenimiento, ansiedad, estrés, frustración o malestar general. Entonces hay que descubrir qué no está funcionando. Los perros necesitan realizar actividad física y mental.
Es molestísimo y estresante escuchar ladridos o aúllidos insistentemente, especialmente por la noche; tampoco parece adecuado ver a los canes por la calle fuera del control de sus dueños. Tras una larga noche de ladridos, mientras que los gatos deambulan por tejados, terrazas y jardines haciendo de las suyas, al amanecer se incorpora algún que otro gallo con su canto repetitivo.
Nada tenemos contra la tenencia de mascotas y animales domésticos siempre que se ponga atención para disfrutar de su presencia sin molestar al vecindario. Si queremos que Pedro Verde siga mejorando su imagen hay que evitar estas molestias. Algunas sugerencias:
- Educar a los animales para que molesten lo menos posible. Si se tienen por seguridad hay sistemas anti-ladridos (para ellos es solo una molestia que les disuade a seguir ladrando).
- Adquirir el hábito de acompañar a nuestras mascotas en su paseo, mantener al animal bajo control e ir preparados para recoger sus defecaciones.
- Controlar a los gatos. En plena libertad deambulan por las parcelas haciendo de las suyas.
- Los gallos son aves territoriales que desde antes del amanecer empiezan a cantar advirtiendo a posibles competidores, quizás una zona residencial no sea el lugar apropiado para tener un gallo porque molesta al vecindario.
Es importante una lectura pausada de la Ordenanza Municipal Reguladora de la Protección y Tenencia de Animales en el Municipio de Las Gabias. Concretamente su Art 8 y ss. determinan que las personas poseedoras de animales tienen que asegurarse de que no ocasionen molestias al vecindario.
En artículo de la Abogacía Española sobre animales domésticos y relaciones de vecindad se señalan criterios que se vienen aplicando en sede judicial. Destaco siguiente punto: En la práctica son más que frecuentes los casos en que la perturbación de la convivencia entre vecinos, viene ocasionada por los ruidos que emiten los animales. El ruido siempre que revista determinadas características de intensidad y continuidad puede provocar no sólo daños corporales en quien lo sufre sino también daños morales de naturaleza extrapatrimonial. Está pacíficamente admitido que el hecho de estar sometido de forma más o menos continuada a ruidos de determinadas características constituye en sí mismo un daño moral (vid STS 2 febrero 2001/RJ 2001,1003)
Conclusión
Los propietarios de animales deben cumplir con una serie de condiciones higiénico-sanitarias, de alojamiento y bienestar para los animales, que harán que los mismos desarrollen una calidad de vida óptima que ino incidirá negativamente en la calidad de vida de los vecinos.